miércoles, 24 de septiembre de 2014

Big Data: el nuevo metarrelato de la realidad


El volumen de información de nuestra época ha aumentado de un modo vertiginoso. Los sistemas de tratamiento de información en grandes volúmenes, denominados Big Data, han tomado un papel central en la gestión de nuestras sociedades. La evolución del gran metarrelato explicativo de toda la realidad ha pasado de ser propiedad de la Ciencia en el siglo XX o la Biotecnología en el S.XXI, al Big Data como nueva ciencia omnicomprensiva e integradora de las Ciencias y las Letras.

La nueva ciencia del Big Data se asienta en la premisa de que tu compartes información y tus datos te comparten a ti. Esta nueva disciplina utiliza la correlación, la agregación, la minería de datos, la geolocalización o los metadatos para mediante algoritmos extraer patrones y realizar predicciones. Son capaces por ejemplo de determinar la propagación de una posible epidemia mediante las búsquedas sobre la enfermedad realizadas en Google. El mismo director de la CIA declaró que se basan en metadatos para matar gente.

El Big Data se ha convertido en una sobreescritura de la realidad con una codificación alfanumérica y exponencial que trata de interpretar hechos científicos y artísticos. Promete un análisis más racional y una gestión más eficaz de lo real con el precio de la abdicación de la comprensión humana. Si con el Big Data todo es probabilidad y correlación: ¿que nos queda?. ¿Donde quedan la creatividad, la intuición o la ambición intelectual?.

La denominada tiranía del datacentrismo fomenta la idea de que en los datos se encuentra la respuesta a cualquier problema y que nuestra sociedad puede prescindir de mecanismos más imperfectos y desordenados basados en la política y la negociación. Podemos entrar en una distopía cotidiana dado que  la información que generamos (datificación) se crea pero no se destruye: es almacenada, transformada y analizada por servidores inmensos. La nueva materia prima de nuestra economía son nuestros datos por los cuales luchan las empresas, las instituciones o las redes sociales. La mercantilización del dato es la evolución natural de este nuevo Capitalismo digital.

Pero ante un panorama que puede parecer truculento nos queda algo tan humano como la crítica con la denominada Ética humanista del dato: nunca el dato puede tener un valor absoluto, siempre debe estar ligado a la ponderación del sentido común. Frente al nuevo determinismo de los datos, preservar valores como la subjetividad y la ambigüedad es especialmente importante ya que es fácil pensar que todas las soluciones son compatibles dentro de un servidor.

Como lúcidamente expone el estadístico Nate Silver en su libro "La señal y el ruido": en las predicciones desempeña un papel crucial la capacidad de detectar una estructura empírica subyacente, más allá de las operaciones matemáticas. La única forma de distinguir el ruido de la señal es organizar una historia causal que tome en cuenta tanto los factores contextuales como la verosimilitud de las hipótesis. Y para eso es necesario introducir ajustes de criterio (sesgos) en los procedimientos formales. Lo vital es distinguir la señal del ruido dado que hay predicciones que alteran el tradicional esquema causa-efecto.

Es necesario entender la toma de decisiones y la racionalidad como un proceso intrínsecamente probabilístico donde el contexto es importante y el falsacionismo la garantía metodológica de humilde realismo. Y tener también en cuenta que en lo humano siempre van a existir dimensiones políticas: ¿la burbuja inmobiliaria fue sólo el resultado de un sesgo cognitivo de quienes no supieron ver la crisis que venía o la consecuencia del éxito de una política que promovía la propiedad para todos impulsada por la élite económica?.  Como ya advirtió sabiamente Nietzsche: "humano...demasiado humano".





domingo, 14 de septiembre de 2014

Del Estancamiento Secular al Tecno-optimismo digital


Una de las grandes disyuntivas actuales en la evolución económica es dilucidar si hemos entrado en una fase de estancamiento secular o solo estamos en una fase de transición, en la que llevados por el nuevo tecno-optimismo, inauguraremos una nueva era de crecimiento y prosperidad económica mediante los nuevos desarrollos tecnológicos con la aparición de la economía digital.

La teoría del Estancamiento secular (Secular stagnation) expone que nos encontramos en medio de un gran estancamiento económico que durará décadas. Los crecimientos sólo han sido posibles gracias a las burbujas. Existe una infrautilización persistente de recursos potenciales y lo determinante es que los bancos van a seguir sin dar créditos, lo que unido a la pérdida de pulso económico de los emergentes, puede causar otra caída en la recesión. Para el economista Robert Skidelsky el estancamiento secular es el destino de todas las economías que dependen de la inversión privada para llenar la brecha entre el ingreso y el consumo. A medida que el capital se hace más abundante, la rentabilidad esperada sobre las nuevas inversiones, teniendo en cuenta un margen para riesgos, cae hacia cero.

Las expectativas de ganancias caen por debajo del coste de los préstamos al situarse la tasa esperada de rentabilidad del capital por debajo de la tasa de interés mínima aceptable para los ahorradores. Los nuevos inventos (negocios de internet) requieren menos capital que el pasado y también menos trabajo. La oferta de capital se incrementa hasta el punto en el que no produce ninguna rentabilidad neta por encima de su costo de reemplazo. Las oportunidades de inversión escasean por lo que el crecimiento se estanca.

Uno de los principales impactos de esta nueva economía estaría en la creciente desigualdad de las sociedades que se ha ido observando en los últimos años. El proceso productivo de estas tecnologías propician la concentración de rentas en pocos grupos sociales y empresariales. Según el neoliberalismo la desigualdad económica es, hasta cierto punto, fundamental por cuanto constituye el incentivo necesario para que los pobres espabilen y se esfuercen. Pero más allá de debates ideológicos, lo más urgente ahora sea seguramente crecer y crear empleos en una "expandeflación", aunque para eso se tenga que seguir aumentando la deuda pública. Asistimos quizás al fin de la socialdemocracia: antes el crecimiento que la igualdad.

El reverso positivo de esta nueva fase económica viene dado por el denominado Tecno-optimismo de autores como McAfee y Brynjolfsson que en su obra "The second machine age"  exponen que estamos ante una segunda era de la máquina (la primera fue la revolución industrial), donde miles de cerebros interconectados por nuevas tecnologías digitales, teléfonos inteligentes y redes sociales están a punto de transformar radicalmente la sociedad y la economía, impulsando el crecimiento y la productividad. Esta nueva economía de servicios no estaría recogida por la metodología de cálculo del PIB y su infravaloración rozaría el 20% del PIB anual.  La nueva economía de internet tiene como características elevados costes fijos, bajísimos costes incrementares y los denominados efectos de red que conllevan escenarios en los que el ganador acapara todas las rentas.

Está afectando al empleo porque ahora mismo aún existe un desajuste entre la productividad y el trabajo: no se debe a que el progreso tecnológico se haya estancado; sino porque los hombres y las instituciones no corren lo bastante para seguir este progreso y cambiar su capacitación y crear nuevas formas organizativas o institucionales. Superada esta brecha, la abundancia volverá.

Para estos autores abanderados del Tecno-optimismo estamos ante una nueva economía de la abundancia con tres motores básicos: 1) El digital: que permite replicar sin coste y distribuir; 2) Exponencial: los procesos pueden convertirse fácilmente en exponenciales; 3) Combinatorio: cada innovación crea bloques de nuevas innovaciones. Se ha generado una nueva "general purpose technology" , como la electricidad en la revolución industrial, y de ellas se irán derivando otras tantas que crearan a su vez crecimiento y abundancia alejándonos del estancamiento y el pesimismo. En economía siempre hay pues afortunadamente motivos para la esperanza, como ya decía el compositor Anton Brucker: "Aquel que quiera construir torres altas, deberá permanecer largo tiempo en los fundamentos".



lunes, 8 de septiembre de 2014

Tercera edición libro recopilación del blog "La razón desencantada"


Después de casi cuatro años de publicación de entradas en este blog y acercándose a las 100.000 visitas, para agradecer a todos aquellos que las seguís con asiduidad, he autopublicado la tercera edición actualizada a Septiembre de 2014 de toda la recopilación de las entradas, que puede descargarse gratuitamente en formato PDF en el link de abajo:

 http://www.bubok.es/libros/216134/LA-RAZON-DESENCANTADA


(TERCERA EDICIÓN ACTUALIZADA A SEPTIEMBRE DE 2014)

Es un compendio de reflexiones sobre las Humanidades y las Ciencias con vocación expresiva integradora

Incorpora una propuesta de itinerario vital en cuatro rutas:

La ruta del SER:  Filosofía, Pensamiento y Psicología
La ruta del TENER: Economía y Ciencias Sociales
La ruta del VIVIR JUNTOS: Geografías, Viajes y nuevos horizontes
La ruta del DIALOGAR: Ciencia, Arte y Literatura

Todo con el firme convencimiento de que necesitamos la ficción, la fantasía y los relatos porque la vida no se puede expresar solo mediante una visión realista. El individuo tiene la capacidad con la ayuda del arte, de la filosofía, de la ciencia con conciencia, del viaje como ampliación de horizontes para  agujerear las visiones impuestas y las versiones oficiales y crear su propio relato de devenir vital algo necesario en los tiempos que todos vivimos.

Espero sinceramente os satisfaga y sea de utilidad.

Saludos cordiales,
Alfonso Bárcena
Mail: larazondesencantada@yahoo.es

Panta rei  (Todo fluye)
Heráclito