sábado, 16 de julio de 2011

Teniendo visión: transformando nuestra conciencia con la crisis



Cuentan que en el siglo XVIII en Europa aún se pensaba que todos los cisnes eran de plumaje blanco hasta que a finales de ese siglo unos exploradores descubrieron en la numerosa fauna de Australia y de forma sorpresiva, cisnes negros. El cisne negro es un suceso que tiene tres características básicas: gran impacto (cambia incluso la forma de pensar), difícil de predecir y sobrepasa las expectativas aceptadas.

Esta parábola es utilizada por el profesor Nassim Taleb en su libro "El Cisne negro" para ejemplarizar la poca capacidad que tenemos los seres humanos para predecir los grandes acontecimientos cuyo impacto cambiarán el futuro y de que no debemos obsesionarnos con intentar modelizar toda la realidad dado que siempre podrá existir algún elemento altamente improbable no modelizado convenientemente, que producirá un efecto desproporcionadamente grande.

Y que duda cabe que nuestra actual crisis responde a sucesos cuyas consecuencias sistémicas y negativas no supimos predecir. En el fondo debemos quizás extraer la enseñanza de que vivimos en un mundo incierto y que esta incertidumbre a veces provoca consecuencias muy dañinas pero que siempre nos quedará lo principal que nos constituye y define como personas: nuestra actitud y talante ante esas circunstancias.

Y en está época de crisis podemos comenzar por ampliar nuestra visión: la perspectiva con la observamos los hechos  para dar con la actitud adecuada. Esto podemos hacerlo de la mano de pensadores como el economista Alex Rovira que nos ofrece un lúcido análisis y sabias propuestas para aprovecharla en su libro "La buena Crisis". Comienza por una reflexión muy sencilla, la etimología de la palabra crisis. A veces confundimos crisis con desgracia. La desgracia es trágica e irreversible. La desgracia es la muerte de un ser querido. La crisis proviene del griego krisis y nos habla de un momento decisivo, de un punto de inflexión y primariamente de krinein que significa cribar, elegir, separar.Comparte etimología con crítica que es el razonamiento necesario y criterio que es la capacidad de pensamiento.

Una crisis nos proporciona, ya desde su etimología, la oportunidad y las herramientas para transformarnos ya que no es un proceso irreversible. Como decía Eric Fromm nos obliga a dejar de Tener para poder llegar a Ser a través de una cambio en nuestra conciencia y perspectiva de ver las cosas.

Como dice Alex Rovira:

Desde el punto de vista financiero, hemos comprado con dinero que no teníamos cosas que tal vez no necesitábamos, para impresionar a quien no conocíamos o que no nos caían bien, o hemos invertido en activos que no valían lo que costaban. Por tanto, en realidad una crisis económica sería una crisis de conciencia. ¿Por qué? Porque probablemente hay una premisa que ha estado olvidada durante mucho tiempo y es que la psicología crea la economía

Y si la psicología crea la economía y en psicología se está asumiendo esta premisa que parece un eslogan pero que es real: “lo que creemos es lo que creamos”. Y en la economía es así de claro. La oportunidad de cambio esta en nuestras manos, en nuestra conciencia de lo que somos y sobretodo de lo queremos Ser.

Y no puede haber valor económico sin valores. Santo Tomás decía que a toda crisis se llega desde el vicio, es decir, desde la dejadez, desde la inercia, desde el no cuidar, y que de toda crisis se sale solo desde la virtud, desde la voluntad de hacer bien las cosas, de responder, de actuar, de ejecutar.

Ahora que vivimos momentos decisivos, críticos, hagamos pues un viaje muy rápido hacia la etimología de las definiciones que da el diccionario no sólo de crisis sino también de la palabra valor.

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