domingo, 22 de octubre de 2017

Morfología del Populismo: los nuevos estados de excepción


El populismo ha aparecido en los últimos años con un nuevo rostro en la política de las sociedades incluso más desarrolladas y han conseguido desestabilizarlas en medio de períodos que pueden ser considerados como verdaderos estados de excepción al normal desarrollo democrático occidental. 

¿Cuáles son las características de este nuevo populismo?. Podríamos enumerar, a modo simplemente descriptivo y no cerrado, las siguientes diez propiedades de la morfología del populismo:

1) Reducción de los problemas complejos a soluciones simples: la épica paradisíaca de un futuro siempre mejor.

2) La polarización sin matices entre dos realidades antagónicas imposible después de gestionar: la dialéctica de la élite vs pueblo; amigo vs enemigo o los independentistas vs unionistas.

3) Falsa ausencia de costes sociales, personales o económicos al voltear el sistema político vigente. 

4) El pueblo siempre tiene razón, la élite es corrupta. Se extirpa a los otros, al enemigo a batir, su capacidad ética. La ética, la moral  y la razón sólo pueden estar de parte del pueblo, de los nuestros.

5) La aplicación de la lógica del todo por la parte: interpreta la idea de soberanía popular como la voluntad general que prevalece sobre el resto, incluso sobre la legalidad democráticamente establecida. Están fundamentadas en las teorías del desbordamiento por la multitud de las instituciones y la conquista de la hegemonía política y cultural.

6) El populismo se nutre de las emociones, del resentimiento y del miedo, y apela al pueblo como víctima, no como sujeto. En las sociedades desarrolladas podrían intervenir otros factores como la crisis económica, el deseo de supremacía  nacional de una parte de la población y la voluntad de conservar el poder, el vacío existencial o la necesidad de protagonizar una épica de bajo coste por las redes sociales.

7) La utilización de una "masa de acoso" popular en la calle o las redes contra el disidente.

8) Desemboca en un estado de excepción con la abolición provisional de la distinción entre los poderes legislativo, ejecutivo y judicial mediante la abstracción de un mandato popular que pasa por encima de cualquier legalidad, principio de jerarquía normativa del derecho o estructura política vigente.

9) Sustitución de la democracia representativa propia de sociedades avanzadas complejas con sus contrapoderes, pactos y equilibrios por una plebiscitaria simplificando la política en bandos, buscando la confrontación permanente, muchas veces con vocación totalitaria.

10)  El populismo se completa siempre con la aparición de un autócrata que se arroga un mandato popular para acabar con los procedimientos legales y estructuras políticas establecidos en las democracias liberales occidentales.

Las soluciones para gestionar este tipo de nueva política populistas son complejas y difíciles pero si por algo deben pasar es sin duda es por un diálogo racional que intente salir de ese marco mental reduccionista y por lo que la tradición democrática anglosajona denomina "rule of law" . No olvidemos que como decía Tzvetan Todorov: "Todo paraíso impuesto engendra infiernos".





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