viernes, 10 de diciembre de 2010

La civilización empática: una necesaria y renovada conciencia moral

Otro de los libros que entronca con una nueva conciencia de como afrontar la crisis no sólo desde el punto de vista económico sino también social y sobretodo moral, es sin duda, el último libro del economista Jeremy Rifkin denominado la civilización empática. Según Rifkin "la era de la razón esta siendo eclipsada por la era de la empatía".

Estamos acostumbrados por los medios de comunicación, los historiadores, economistas y también los filósofos a ver desde siempre como la fuerza motriz de la sociedad al conflicto y el ejercicio del poder  y en muy raras ocasiones podemos ver u oír hablar de la experiencia humana como la evolución y extensión del afecto y su impacto en la cultura y desarrollo dada la naturaleza tan profundamente social del ser humano. Podemos llegar  a hacernos la pregunta de ¿por qué hemos llegado a ver la vida desde un punto de vista tan negativo o sujeto a tanto conflicto y desorden? Una de las posibles respuestas es porque resulta atractivo o interesante desde el punto de vista periodístico pero en el fondo el mundo puede ser visto de una forma completamente diferente.

La empatía es el medio por el que creamos vida social y hacemos que progrese la civilización. En resumen, aunque no haya recibido de los historiadores la atención que de verdad merece, la extraordinaria evolución de la conciencia empática es la narración por excelencia que subyace en la historia humana.

El precursor de la palabra inglesa empathy fue el término sympathy («lástima, compasión»), que se puso de moda durante la Ilustración europea. El economista escocés y padre de la economía Adam Smith escribió un libro sobre los sentimientos morales, en 1759. Aunque Smith es mucho más conocido por su teoría del mercado (en el que desarrolla la famosa metáfora de la mano invisible y del egoísmo individualista), dedicó, aunque parezca asombroso para algunos, mucha atención a las emociones humanas. Para Smith, Hume y otros filósofos y escritores de la época, sentir sympathy hacia una persona significaba lamentar su desdicha y era uno de los pilares fundamentales para ellos de la sociedad.

Pero  ya actualmente incluso los biólogos hablan con entusiasmo del descubrimiento de las neuronas espejo —también llamadas neuronas de la empatía—, que establecen la predisposición genética a la respuesta empática en algunos mamíferos. También las nuevas ideas sobre la naturaleza empática del ser humano han llegado incluso a la psicología y gestión de los recursos humanos  en el mundo empresarial, que empieza a destacar la inteligencia social tanto como la capacidad profesional.

¿Qué nos dice esto de la naturaleza humana? ¿Es posible que esta naturaleza, en lugar de ser intrínsecamente malvada, interesada y materialista, sea empática? , y ¿que todos los demás impulsos o instintos que hemos considerado primarios -agresividad, violencia, egoísmo, codicia- sean impulsos secundarios que surgen de la represión o la negación de nuestro instinto más básico que es la empatía?

La respuesta quizás la podáis encontrar en este link de abajo de un creativo y didáctico video en inglés (fácilmente comprensible) y magníficamente animado que resume el libro de la civilización de la empatía de Rifkin:

¡Que lo disfrutéis empáticamente!

1 comentario:

  1. Sencillamente genial!
    Gracias Alfonso por todas tus aportaciones.
    Un abrazo enorme!!!
    Jordi

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