sábado, 11 de diciembre de 2010

Una altura diferente: Tarragona y el sueño de Escipión


Hay días en los que uno vive desde una altura diferente. Y no es una altura física o moral sino una elevación que hace ver las cosas con un cierto distanciamiento y que hace la vida más soportable. Desde la mesa de trabajo en su despacho uno reflexiona mientras prepara, como hacia habitualmente, sus próximas reuniones y presentaciones. Y piensa que en el fondo, y aunque parezca ingenuo, su autonomía de voluntad hacía que a modo de imperativo categórico el rigor con el que se prepara  fuese una especie de virtud cada vez más en desuso en el mundo moderno actual donde impera el cortoplacismo de los resultados y al que muchas veces cuesta adaptarse.

El general romano Escipion apodado el Africano en su guerra púnica contra Aníbal en defensa de la República Romana y su Civilización desembarco con sus hombres en un promontorio de la costa de su Mare Nostrum buscando una altura física que le permitiése un distanciamiento y ventaja defensiva. Y aquí empezó todo: Tarraco, el incipiente campamento militar, la actual y espléndida Tarragona, fue el primer gran nombre en forma de ciudad  de esa civilización que creo valores occidentales compartidos por tanta gente geográfica, que no sentimentalmente tan lejana, en esta Península Ibérica en cuyos confines Europa sufrió su rapto. El resto, los Góngoras, Quevedos, Quijotes, Cids Campeadores son sólo notas al pie de página de una decisión y sueño de un general que un día quiso vivir a una altura diferente y encontro este rincón en el Mediterráneo.

Y uno a veces intenta aunque sea fugaz y lejanamente, sentirse heredero y salvaguarda de esa primera decisión de nuestro general Escipión ,y de esos Ovidios, Terencios y Sénecas y sus figuras retóricas, de ese sentido de Civilización Antigua Romana que conforma la esencia de lo que somos como Occidentales, a pesar de las frivolidades, simulacros y tanta estúpidez de nuestro mundo moderno actual . Y que mejor lugar para descansar, pasear, parar el tiempo para reflexionar, que en esta histórica ciudad de Tarragona una de las pocas grandes ciudades hechas aún a la medida humana y  en la que como dijo el poeta, la primavera es eterna y el memorialístico emperador romano Adriano estuvo muy cerca de ser asesinado por un esclavo: "Tarraco scipionum opus"



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