domingo, 26 de agosto de 2012

La Filosofía Pública: Francisco Fernández Buey


Todos necesitamos puntos de referencia: una necesaria orientación en la mirada que nos proporcione esa pausa reflexiva para no vernos superados por unos tiempos como los nuestros que además de correosos y líquidos, hacen sin duda de la velocidad un arma para crear confusión interesada en nuestro pensamiento, sustituyéndolo hábilmente por una serie de modelos sociales deseables y pautas de actuación consumista dirigidos hacia un control de nuestros deseos y aspiraciones, que refuercen un sistema que a todas luces necesita una nueva mirada renovadora a la luz de la crisis que sufre actualmente.

Esos puntos de referencia a los que aferrarse no son accidentales sino que nacen de una actitud de constante y dedicada indagación y estudio de pensadores que hacen a su vez de maestros nuestros y de la filosofía una necesaria actividad humana con el íntimo convencimiento de que desde las ideas se puede mejorar el mundo.

El profesor y filósofo Francisco Fernández Buey, recientemente fallecido, es sin duda uno de esos queridos maestros a los que dirigir no sólo nuestra mirada sino también nuestras interrogaciones e ideas con las que tratar de mirar personalmente el mundo con consciencia y convicción de mejora. Tuve la suerte de ir a sus clases de doctorado en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y que dedicará amablemente  su tiempo a la dirección de mi tesis de máster de investigación en pensamiento sobre un tema "Filosofía y Economía: influencias mutuas a través de la racionalidad"que a él también le apasionaba: el estudio metodológico desde el pensamiento de la economía y sus relaciones mutuas como forma de tratar de dirimir intelectualmente como una ciencia como la económica debe ponerse realmente al servicio de lo humano y no al revés, algo que desarrollo en parte en obras como "La ilusión del método: ideas para un racionalismo bien temperado".


Era ferviente partidario que la Filosofía no fuese una cuestión que se discutiera encorsetadamente en reducidos y endogámicos círculos académicos sino que ésta opinase y tratase sobre los temas que resultasen necesarios y de actualidad en la sociedad en la que se desarrolla. Quería que la Filosofía fuese Pública con la firme convicción de que el libre debate de ideas es la forma que tenemos que darnos los humanos para poder avanzar en libertad. Con ello también recalcaba la necesidad de que la separación entre las Humanidades y las Ciencias debía superarse en forma de una Tercera Cultura que los unise. Las personas de Letras debían formarse en temas científicos como manera de poder opinar con propiedad sobre hechos que tienen a la Ciencia como principal impulsora. Por otro lado, las personas de Ciencias debían también tomar en consideración la evolución humanística como forma de contextualizar descubrimientos y teorías que podrían resultar dañinas sin ese poso de solvencia que da una perspectiva de la evolución de lo humano y sus ideas.

Y no dejo de prestar una gran atención a la ética con la convicción de que en la política (y en todos nuestros actos) debemos hacer una apuesta seria hacia lo moral entendido como una forma de intentar reducir el sufrimiento y mejorar la vida de los demás incorporando además el ecologismo frente a las fuerzas a veces ciegas del productivismo. Era necesario pensar desde la Utopía con optimismo en el desarrollo colectivo de una sociedad donde la democracia sólo puede ser salvada si somos capaces de tener una convivencia digna en común y que esta amenazada por una naturaleza apropiativa que el capitalismo no sabe atemperar y que se manifiesta en sus cíclicas crisis: hasta que punto la crisis actual no ha sido sino una consecuencia inevitable de las contradicciones de un sistema capitalista que habían sido enmascaradas durante décadas por un neoliberalismo basado en el endeudamiento y el voraz consumo de recursos sin reglamentaciones ni limites y sin tener una visión de igualdad y convivencia social digna en común, intentado incluso mercantilizar la educación, dentro de unas sociedades que han acabado sin duda exhaustas.

El profesor Fernández Buey nos ha dejado pero como él decía "e la nave va": todo continúa y en él tenemos un punto de referencia clave de un maestro del pensamiento para poder seguir mirando hacia adelante y tratar desde nuestra pequeña escala humana hacer de éste, un mundo mejor.



miércoles, 22 de agosto de 2012

Nuestra poética de la vida: la ciencia como argumento


Cuando estamos ante tiempos difíciles y duros como los actuales se nos hace sin duda necesario buscar una poética a la vida: crear nuestro propio sentido que nos haga de refugio ante la serie de tempestades que cíclicamente nos llegan. Y somos en el fondo afortunados de vivir una época como la actual en la que la Ciencia se ha convertido no sólo en la punta de lanza del avance del progreso humano sino también en la mayor creadora de poéticas metáforas sobre la vida y su sentido.

Resulta fascinante saber que nuestro universo surge de una singularidad: de un compartamiento extremo en un punto que crea el espacio-tiempo algo que nos lleva a una serie casi ilimitada de efectos sin una causa aparente y donde aparece nuestro mundo tal y como lo conocemos. Y aún resulta más fascinante conocer que si estamos aquí y somos conscientes de nosotros mismos y nuestro universo es gracias a una pequeña asimetría entre la relación de la materia y la antimateria.


Singularidad y asimetría son dos palabras que nos demuestran poéticamente que la excepcionalidad es parte inherente de lo que nos conforma íntimamente como seres humanos. Y quizás ser conscientes de este hecho puede hacer que veamos nuestra vida no sólo como un derecho sino como un privilegio ante las realmente escasas probabilidades que hemos tenido de llegar a estar aquí.

Ser algo excepcional en el devenir del universo debe llevarnos también a reforzar ese afecto irracional que todos tenemos hacia la vida: un sentimiento positivo que brota del mero hecho de estar vivo y de tener un tiempo vital que nos es dado para crear nuestra propia poésis de sentido: valioso e irrenunciable por ser único e intransferible. Y también sin duda verdadero porque como decía el filósofo Unamuno "la vida es el criterio de la verdad" y todo lo que da impulso a la vida contiene elementos de verdad.

Puede parecernos que hay pequeñas malas temporadas donde lo social o económico arrasa con cualquier sentimiento de progreso vital pero mirar las cosas con la perspectiva que da la ciencia y un mundo físico de millones de años que nos arropa con sus propias e inmutables leyes que crean la vida, nos da la energía para no desfallecer y seguir hacia adelante con la confianza de ser parte excepcional de algo más grande donde esta en nuestras manos crear nuestro propio argumento de sentido como parte irrenunciable de nuestro devenir vital.



sábado, 11 de agosto de 2012

¿Hacemos lo que debemos?: los excesos del sistema


El vivir absorbidos dentro de un sistema que nos deja muchas veces sin aliento por sus exigencias para continuar gozando de sus supuestos deseables retornos, hace que tengamos poco tiempo para la reflexión que se difumina en ese deslumbramiento por las metas a conseguir y la serie de ineludibles obligaciones diarias que todos tenemos. Pero afortunadamente hay también tiempos de reposo en los que la vida tiene otra velocidad más a escala humana y en los que intentamos recogernos para intentar dar sentido a lo que hacemos y compartimos.

Una de las cuestiones más profundas que tenemos para pensar y a la que más cuesta dar respuesta es la de si en nuestra vida y en el sistema que hemos construido: ¿Hacemos lo que debemos?. Muchas respuestas han sido dadas en el tema de la ética y quizás una de las más interesantes y recientes es la reflexión del profesor de la Universidad de Harvard, Michael J.Sandel. Es autor del libro Justicia y del más reciente Lo que el dinero no puede comprar. Los límites morales del mercado. Este profesor nos reta con una frase que repite constantemente: "Todo esta a la venta" pero no se refiere sólo a lo material que nuestro sistema nos da la oportunidad de adquirir, sino también las mejores cosas de la vida: los sentimientos, las sensaciones, la igualdad o la justicia. Todo se corrompe cuando se pone a la venta y ahora todo tiene el cartel de se vende.

Los excesos de los mercados llevados al extremo, nos están devorando. De este modo pregunta como ejemplo: ¿Por qué hay aerolíneas que ofrecen saltarse la cola de embarque por dinero? ¿No es este gesto un símbolo de desigualdad social? ¿Por qué muchas empresas venden e incentivan esta desigualdad social que humilla a una parte de sus clientes?. Para Sandel "el más fatídico cambio de las últimas décadas no es el aumento de la codicia, sino la expansión de los mercados y sus valores a esferas vitales que no son suyas"

Utilizamos el dinero no como intercambio, principio sobre el que nació, sino como diferenciación social. Cuando lo usamos no pensamos ni en el daño que hacemos a los demás, cuando hacemos evidente nuestra superioridad, ni en nuestra propia degradación moral. Sandel defiende que el pragmatismo ha desplazado a la ética porque es más rentable, porque a los que más tienen les interesa este desequilibrio y lo fomentan desde muchos ámbitos que controlan.

Parece que en las últimas tres décadas hemos ido a la deriva, de tener una economía de mercado (herramienta que se ha demostrado valiosa y efectiva) a convertirnos en una sociedad de mercado (lugar donde todo está en venta). Sandel diagnostica que la democracia no exige una igualdad perfecta, pero sí exige que los ciudadanos compartan una vida en común. Ya que es la forma en la que aprendemos a negociar y a tolerar nuestras diferencias y es la que nos lleva a que nos importe el bien común.

Los tiempos de reposo son grandes catalizadores de cambio de actitudes: pensemos  si ¿Queremos una sociedad con todo a la venta? o sí ¿hay aún bienes morales y cívicos que el dinero no debería comprar?. Estamos sin duda aún a tiempo de cambiar a nuestra pequeña escala humana pero sólo si hacemos lo que debemos.

jueves, 2 de agosto de 2012

Libro recopilación blog "La Razón desencantada"


Después de casi dos años de publicación de entradas en este blog y para agradecer a todos aquellos que las seguís con asiduidad he autopublicado una recopilación de las mismas que puede descargarse gratuitamente en formato PDF en el link de abajo:

 http://www.bubok.es/libros/216134/LA-RAZON-DESENCANTADA


(SEGUNDA EDICIÓN ACTUALIZADA A AGOSTO DE 2013)

Es un compendio de reflexiones sobre las Humanidades y las Ciencias con vocación expresiva integradora

Incorpora una propuesta de itinerario vital en cuatro rutas:

La ruta del SER:  Filosofía, Pensamiento y Psicología
La ruta del TENER: Economía y Ciencias Sociales
La ruta del VIVIR JUNTOS: Geografías, Viajes y nuevos horizontes
La ruta del DIALOGAR: Ciencia, Arte y Literatura

Todo con el firme convencimiento de que necesitamos la ficción, la fantasía y los relatos porque la vida no se puede expresar solo mediante una visión realista. El individuo tiene la capacidad con la ayuda del arte, de la filosofía, de la ciencia con conciencia, del viaje como ampliación de horizontes para  agujerear las visiones impuestas y las versiones oficiales y crear su propio relato de devenir vital algo necesario en los tiempos que todos vivimos.

Espero sinceramente os satisfaga y sea de utilidad.

Panta rei  (Todo fluye)
Heráclito