domingo, 20 de febrero de 2011

Paul Auster y el azar que nos rodea en la vida

Hay momentos en que por alguna razón que se nos escapa, volvemos a mirar atrás en nuestra vida y muchas veces en ese giro temporal nos preguntamos si todo lo que nos ha ocurrido y a quien hemos conocido en nuestra pequeña historia personal no ha sido sino fruto de la casualidad o el azar o si nosotros hemos sido al  menos capaces de influir en algo. El famoso lema Orteguiano de "Yo soy yo y mi circunstancia" queda en ese momento como más visible y cierto, siendo esas circunstancias casuales ajenas a nuestra propia Identidad las que marcan para bien o para mal nuestro Yo y Personalidad más profunda.

Y el depender de ese azar o a veces de la suerte, que la propia Física Cuántica demuestra con el Principio de Indeterminación, no hace la vida más inhabitable sino más bien al contrario: saber que no todo esta predeterminado para nosotros en un destino que a veces unos califican como fatal nos hace en el fondo más libres, más conscientes de que nuestra voluntad y actitud positiva para con la vida puede decantar esas circunstancias hacia nuestro favor o al de la gente que nos rodea. En el fondo nos hace sentir la alegría por el regalo de una vida no escrita de antemano que nos han dado y por un espacio personal único por habitar y compartir: tenemos la inigualable oportunidad vital de hacernos creadores de sentido para nosotros y nuestros seres queridos.

Y si hay un autor que refleje de forma genial esta consciencia azorosa éste es sin duda el Norteamericano Paul Auster.  Un escritor que, como nuestro también admirado Woody Allen, enmarca la mayoría de sus novelas en esa energética y atrayente ciudad de Nueva York cuyos personajes, muchos de ellos intelectuales, escritores  y artistas, deambulan en un cúmulo de circunstancias y encuentros casuales que marcan su destino y la forma en que su vida se va tejiendo en las relaciones humanas, en ese ámbito urbano a veces tan despersonalizado pero que si uno se para pacientemente a observar en detalle cobra todo su sentido. Como dice uno de los personajes de su guión Smoke: "la gente dice que tienes que viajar para ver el mundo pero a veces siento que si te estás quieto en un sitio y mantienes tus ojos abiertos podrás ver todo lo que puedes necesitar o influir".

Su última novela publicada en nuestro país denominada Sunset Park, trata de forma magistral esa Norteamérica de la post-crisis económica actual con unas historias entrelazadas de personajes basada en casualidades y que pese a su juventud, a las adversidades y falta de oportunidades de estos tiempos, deciden vivir su propia vida en el barrio de Brooklyn en Nueva York de la manera que consideran más adecuada sin renunciar a sus sueños por muchos inconvenientes que ello les conlleve.

Y como siempre para los que disfrutáis con el séptimo arte cinematográfico os dejo, para ver el tratamiento detallado de los personajes y sus relaciones basadas en la casualidad de los encuentros, con un vídeo del trailer de la película Smoke (humo/fumar) basado en un guión de los años noventa de Paul Auster y que si se estrenase ahora por circunstancias azorosas legales quizás debería cambiar de nombre.

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