Haciendo un paralelismo científico con la Física podemos decir que se pueden dar explicaciones de la realidad mecanicistas y deterministas como hace la Física clásica o por el contrario cambiar el paradigma para propugnar como hace la más reciente Física cuántica, que con nuestra conciencia modificamos el comportamiento y respuesta de esa realidad.
Nuestro conocimiento actual nos dice que la Ciencia ya no puede afirmar: "La realidad es tal verdad objetiva" sino que hoy debe decir: "La realidad no es tal verdad fija y objetivable, es voluble y cambiante al observarla" y de estos corolarios científicos tenemos todos la oportunidad de sacar ciertas preciadas orientaciones para nuestra manera cotidiana de Ser:
- Nos induce a pensar de modo más creativo y lateral sin dar por sentadas o aceptar las explicaciones y formas de actuar tradicionales.
- Nos impulsa a actuar sin victimizarnos construyendo nuestra propia realidad.
- Nos ayuda a sentir que estamos todos entrelazados.
Quizás el filósofo que supo magistralmente anticiparse a esta nueva concepción de la realidad fue el judío holandés de origen Ibérico Baruch Spinoza. Aunque era determinista trato de responder a la más difíciles de las preguntas: ¿Cómo podemos ser felices en un mundo donde todo es pura necesidad y las cosas parece que ocurren siempre de una forma determinada?
Para Spinoza no existe la libertad o el libre albedrío: nos creemos libres porque simplemente ignoramos las cosas que nos determinan. Pero lejos de caer en la melancolía o en lo que denominaba la pasión triste que nos proporcionaba el conocimiento, su filosofía es de la acción y nos gritaba que debemos amar si cabe con más fuerza y pasión la vida desde esa pulsión melancólica. No podemos escapar de nuestras pasiones pero nuestro esfuerzo ético consiste para él, en transformar las pasiones tristes en alegres y éstas en acciones que guíen nuestro comportamiento.
Este esfuerzo que en esencia es a veces la vida, se puede resumir en el fondo en tratar dos afectos inestables básicos: la esperanza y el miedo. Comprender de forma interconectada la naturaleza y la realidad desde el panteísmo de Spinoza o al modo de la nueva Física cuántica nos ayuda sin duda a aceptar la vida y mirarla con nuevos y abiertos ojos porque aunque sin duda, de nuestras esperanzas y miedos se nutre la materia real de lo humano, de nuestros deseos de conocimiento se nutren los cambios que soñamos para ella.
Como sabiamente ya nos decía Aristóteles: "la felicidad está en el conocimiento aunque a veces produzca melancolía". Sed pues entonces bienvenidos con alegría a la pasión triste.
Gracias: me pareció excelente tu explicación spinozista.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarArte y filosofía, bellísima combinación.
ResponderEliminarGracias.