miércoles, 19 de octubre de 2011

Sevilla: la poética lealtad luminosa





Hay ciudades que desprenden una luz especial. Una luminosidad que muchas veces ayuda a despejar las brumas y oscuros presagios con las que muchos visitantes llegan a ellas. Esa claridad con las que muchas ciudades del a veces injustamente denostado Sur nos acoge, es el mejor regalo que como atribulados paseantes podemos agradecer llevarnos.


Hay también artes, mitos y bailes que reflejan con fuerza un carácter de respuesta con mayúsculas de lo Humano ante el desafío del sentido.Una poética creadora en forma de costumbres, folclore o cantes que a fuerza de persistir orgullosamente en la propia identidad se hacen universales.

Visitar Sevilla es sin duda todo una experiencia para los sentidos. Una ciudad que ofrece ese saber vivir humano que se ha ido conformando pacientemente a través de su historia e ilustres habitantes y que éstos nos ofrecen con esa abierta hospitalidad como sólo es bien entendida en el Sur.

Y es que existe en ella toda una valiosa sabiduría vital popular en forma de gastronomía, baile y cante como el flamenco, devociones religiosas inquebrantables y pasiones universales en forma de personajes casi mitológicos como su malograda tabaquera Carmen,que nos muestra magistralmente como hace de su orgullosa libertad, arte y ejemplo universal.


Y aunque en muchas ocasiones podamos pensar que la palabra que conjuga más con amor sea traición, paseando a la orilla del su eterno río Guadalquivir podremos sentir como gratuito ofrecimiento y contrapunto, el carácter e historia de una ciudad que hizo de la lealtad su título constituyente: "Sevilla: la Muy Noble, Muy Leal, Muy Heroica, Invicta y Mariana Ciudad"


Compartir vivencias con esa noble ciudad es todo un desafío también para el pensamiento y la reflexión. Exige ese refinamiento que sólo se da a quién es capaz de hacer de la apertura de  sus a veces ofuscados sentidos por las preocupaciones, una actitud vital.

Una ciudad de la que sólo el arte de la Poesía puede hacer honor. Y una vieja sapiencia vital que genialmente expresa en forma de Poema unos de sus más ilustres hijos Antonio Machado:

                  "Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
                   y un huerto claro donde madura el limonero [...]

                  
                  Y cuando llegue el día del último vïaje,
                  y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
                  me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
                  casi desnudo, como los hijos de la mar
"

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