viernes, 25 de mayo de 2012

La conspiración para ser felices: Zizek y la biopolítica


Aunque a veces pueda no parecérnoslo todos sabemos en el fondo de qué esta hecho lo importante en la vida: de momentos que tienen matices muy diferentes dependiendo del tiempo que nos toca vivir. Unos matices que a veces son extremadamente felices pero que en alguna ocasión pueden devenir en momentos negativos y espacios grises y brumosos. Son en estos momentos cuando desearíamos alejarnos mentalmente de situaciones que, por otro lado, no vamos a poder evitar por el mero hecho de ser parte constituyente de nuestro hilo y devenir vital.

Nos vemos también presionados por un sistema capitalista que parece que conspira para que busquemos la felicidad como objetivo último vital. Fuera de este sistema  nos encontraremos ante el desierto de desesperación dentro, el mejor de los mundos posibles. El filósofo contemporáneo  esloveno Slavoj Zizek es quizás quien realiza uno de los análisis más lúcidos del actual estado del capitalismo y como nos afecta socialmente con el concepto de biopolítica: la lógica implacable del capitalismo nos ánima a disfrutar sin freno. Toma el mando y administra la vida de los individuos para proporcionarles una vida agradable en un mercado que puede ofrecerles todo tipo de satisfacciones para sus demandas. Y se les va vaciando de su condición de sujetos para convertirlos en clientes y objetos pasivos de deseo de un sistema, que los manipula para gestionarles una vida sana.

Para Zizek el capitalismo sustituye el fetichismo de las personas por el de las mercancías. El valorar una persona por la posición que ocupa es reemplazado por el deseo de los objetos. Además destruye las relaciones tradicionales (como la familia, la amistad,...) para establecer como única relación la económica. Todo esto dentro de una cara amable que da la publicidad. Vivimos una época profundamente ideológica pero, de forma novedosa, camuflada en una supuesta no-ideología.

Si la Filosofía tiene una misión es la de provocarnos e intentar hablar libremente para tratar de buscar la verdad. Debemos ser conscientes que hay veces que nos presentan el futuro interesadamente como una tragedia pero que esta visión puede convertirse por tanta reiteración en una pantomima. Ante la conspiración para hacer de la felicidad nuestra única meta como dice Zizek, lo primero que hay que hacer para provocar un cambio en el sistema es reducir su actividad, no hacer nada. Debemos pues intentar instalarnos en el tiempo que se aleja aunque sea malo porque es el nuestro, íntimo e intransferible. Y tratar de vivirlo sin culpabilidad ya que la felicidad por si sola como objetivo puede resultar una farsa o una simple conspiración ideológica.

1 comentario:

  1. la búsqueda de la sabiduría... de la verdad, la filosofía nos empuja cada día a ser más felices, por muy falsa que esta sea. Un saludo!

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